@fernandovzamora
Henry es uno de esos niños solitarios que pasan todo
el día frente a la TV. Si uno piensa que semejante personaje no merece una
película, tal vez deba ver Labor Day.
Rebautizada en México como Aires de
esperanza, la historia gira en torno a Henry y a su madre, una
bailarina divorciada que interpreta Kate Winslet. Un día, el niño se encuentra
en el súper a un desconocido manchado de sangre y él ¿qué va a hacer? Como si
fuera un perrito, el niño adopta al fugitivo.
Joyita del festival de Toronto (uno de esos que,
aunque importantes, no atrae la vanidad de los cineastas mexicanos), Labor Day parece inspirada (al
menos en principio) en ciertos personajes de Dickens, aunque el principal valor
de la película no es éste sino la actuación de los protagonistas: Winslet
siempre satisface en el papel de guapa, pero no tanto. Brolin es el macho todoterreno
que produce pasiones de músculos y cicatrices, y Gattlin Griffith es el niño o,
mejor, el retrato de un niño convencional pero efectivo.
El director, Jason Reitman, es relativamente joven.
Nació en Quebec en 1977 y con esta película busca colarse en la Meca del cine
taquillero. Ni en Canadá ni en Estados Unidos Labor Day tuvo éxito comercial; tal vez por eso pasó
completamente desapercibida en los premios Oscar y aunque Winslet fue nominada
al Globo de Oro este año, la verdad es que la publicidad de la estrella inglesa
no ha sido suficiente para recuperar el dinero invertido. Malas noticias para
un director más o menos nuevo que, hasta ahora, se había mantenido en el off Hollywood. Si en México Labor Day no consigue recaudar lo
que le falta, es probable que Reitman, al menos en un tiempo, no vuelva a
filmar. Afortunadamente para los productores, los distribuidores mexicanos
siempre están a la mano y listos para estrenar en nuestro país las cosas que
allá, al norte del Río Bravo, nadie ha querido ver.
Como sea, independientemente de que Labor Day llega a México como
producto chatarra, la película vale la pena, sobre todo para los amantes del
melodrama tierno con misterios que se desarrollan lentamente. Los protagónicos
consiguen una particular amalgama histriónica en la que explotan muy
efectivamente estereotipos de lo que, en el imaginario de los Estados Unidos,
una familia debe ser.
Películas sobre fugitivos de corazón grande ha
habido muchas, pero el principal motivo para ver ésta consiste tal vez en un
clímax que, de todas formas, hay quien dice, llega muy pronto, apresurado, con
poca contundencia. Toby McGuire no es lo mejor de Labor Day ni él mismo está en lo mejor de su carrera.
Con todo y que Aires
de esperanza no ha tenido fortuna en el norte de nuestro continente es
prueba de que en la sociedad de consumo se tiran a la basura cosas que valen la
pena. Una de ellas es esta película, una delicia visual, cine canadiense y
joven que se abre paso en la gran industria del mundo. Jason Reitman, director
y guionista, sigue demostrando que tiene la visión suficiente como para poner
en escena una historia de aire dulzón.
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FICHA TÉCNICA:
Aires de esperanza (Labor Day) Dirección:
Jason Reitman. Guión: Jason Reitman basado en la novela de Joyce
Maynard. Música: Rolfe Kent. Fotografía: Eric
Steelberg. Con Kate Winslet, Josh Brolin, Gattlin Griffith y Tobey
Maguire. Estados Unidos, 2013
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