viernes, 13 de diciembre de 2013

Nueva exploración de un deseo prohibido

Dans la maison ganó el Festival de Cine de San Sebastián en las categorías de mejor película y mejor guión. El jurado no se equivocó. El filme es una muy fina exploración de un deseo tan escandaloso que Almodóvar (quien ha tocado con soltura el incesto) falló cuando trataba de invocarlo. En La mala educación el director español fracasó cuando trató de tocar el espinoso tema del deseo de un adulto por un menor. La diferencia entre La mala educación y Dans la maison estriba en la contención. El francés construye su discurso con distancia. No se involucra, como Almodóvar, con sus criaturas. Las notas autobiográficas del manchego hacían muy complicadas ciertas interpretaciones del filme, por eso él tuvo que insertarle textos y escenas que decían a las buenas conciencias: “lo que estáis viendo de ninguna manera aprueba este tipo de relación”. Ozon no necesita explicaciones, pero si uno tiene la curiosidad de analizar su obra descubrirá que éste tipo de deseo no le pasa desapercibido.

Además de utilizar una obra de teatro de otro autor, el francés construye aquí un juego de espejos en el que no es clara nunca la frontera entre ficción y realidad. Ozon, además, no siente la necesidad de ser explícito. Ni siquiera en el cortometraje que le dio fama (Une robe d’été de 1996) se sintió obligado a ser demasiado gráfico en la exploración del deseo sexual. Fabrice Luchini interpreta al profesor con muchas tablas e inteligencia: sus afectaciones se mueven todas en un terreno ambiguo en el que uno no sabe nunca si es afeminado, nervioso, cómico o infantil. Fabrice Luchini da vida a un amante de la literatura que se da tiempo para ayudar a su alumno a escribir “fantasías adolescentes”. Gracias a este artilugio narrativo, el director nos ofrece la posibilidad de quedarnos con una comedia de enredos o un thriller y nada más. No es necesario ir más allá de la historia para encontrar aquí una película deliciosa. Sin embargo, si uno tiene la manía de descorrer el telón detrás, verá el deseo latente que en la escena cumbre del filme golpea con esta conciencia: más que de deseo sexual, Ozon está hablando aquí de ternura.

Dans la maison es una de las mejores películas de este director y no es poco. Estamos hablando de uno de los directores más importantes de Francia. Por si fuera poco, todas sus obsesiones están aquí: el deseo, la ternura, la frontera entre realidad y ficción y la función de la literatura en la vida cotidiana. Pareciese que con los mismos elementos con los que creó Swimming Pool el francés estuviese haciendo algo distinto, pero vale la pena detenerse a mirarlas bien. Estas películas son isomorfas. Corresponden con las ideas más profundas del cine de un hombre que no necesita ser escabroso para ser profundo, un narrador que en el deseo exalta más la ternura que la barbarie y que tiene la elegancia de un poeta francés cuando se trata de explorar las fronteras y las aristas del deseo sexual.


FICHA TÉCNICA: Dans la maison (En la casa). Dirección: François Ozon. Guión: François Ozon basado en la obra de teatro de Juan Mayorga. Fotografía: Jérôme Alméras. Música: Philippe Rombi. Con Fabrice Luchini, Ernst Umhauer y Kristin Scott Thomas. Francia, 2012.

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